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Marina Pérez Muraro

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Última sesión de escritura en esta libreta, calculo. Le quedan libres cuatro páginas y media, más o menos lo que escribo cada vez. La estuve hojeando por encima para recordar qué vivimos juntas para despedirnos adecuadamente. La empecé justo después de resbalar y lastimarme el brazo derecho; 7 meses más tarde, todavía no está del todo recuperado, hay movimientos que no puedo hacer bien por el dolor (movimientos poco frecuentes que casi no influyen en lo cotidiano, pero me jode y me preocupa esta limitación). Fue la extracción del diente y todavía tengo el agujero en la boca. Y lo de mi tío, otra ausencia notoria.

También escribí tres poemas, algo que me da esperanzas, porque en parte este proyecto tiene que ver con recuperar la poesía. Encontré algunas cosas interesantes en mi escritura, me quedé tranquila con esto que hago: grandes avances. Soñé un mar y un poema, también.

Releyendo estas páginas, descubrí algo importante: desde hace unos 10 días, estoy sorprendida de mí misma porque reacciono espontáneamente con los demás, con una soltura que nunca tuve. Cuando era adolescente, estaba tan perdida que nunca sabía cómo reaccionar y me anulaba. Recuerdo dos cosas de esa etapa (de mis 15 a mis 20, aprox.): que yo había reconocido que a mí jamás me salía la reacción "¿¡pero cómo me decís eso!?" ante nadie, y que una vez que me lamentaba ante mi terapeuta por no ser espontánea, ella me dijo "no sos espontánea pero sos reflexiva". Desde entonces hasta ahora pasaron décadas, cambié muchísimo, pero seguía más reflexiva que espontánea. Y hace unos días me asombró verme a mí misma reaccionar espontáneamente, decir lo que pienso al toque, sin mediar reflexión, como si alguien hubiera apretado un botón que accionaba mi respuesta; una especie de "¿¡pero cómo me decís esto?!" por fin, después de tantos años. Estoy sorprendida. Qué gran avance.

Leyendo estas páginas lo relacione con lo que escribí después de mi cumple, la necesidad de conectar con todas mis capas incluso cuando estoy con gente, no quedarme solo con la más exterior. Porque también me pasó hace una semana tener un larga charla con una gran amiga que está en España y sentir que pude escucharla profundamente (la "escucha profunda" de la que hablan en la Casa de Floresta, tal vez) y que a ella le hizo bien. Hasta lo podría relacionar con lo más importante que pasó esta semana, el cambio de Manuel, que tuvo una crisis existencial y se abrió a replantearse su vida. Es algo de él, ocurrió ahora por su propia evolución, pero mis reacciones ante sus cuestiones fueron por este lado.

Suena impresionante. Suena tan bién que me da miedo creerlo. Podría ser pasajero, o solo en ciertas ocasiones, o que otra vez retroceda... ¡mi evolución tiene tantos altibajos! Pero ahora estoy así, disfrutemos. Es fascinante poder reaccionar así, tan "suelta de cuerpo" (bonita expresión), tan libre y precisa. Será que cada vez tengo más claras algunas cosas.

Otra cosa hermosa que relaciono con esto fue que antes de anoche, al irme a dormir, para pensar algo lindo recordé la sensación de plenitud cuando leo algo hermoso, un gran poema, Saer, Wislawa, Ammons, cosas así. Una de las sensaciones más maravillosas que experimenté en mi vida. Y pensé: tengo un hijo adorable con quien tenemos una relación que me encanta, estuve muy enamorada por muchos años, tengo unos padres y hermanos muy buenos, tengo una gran familia, puedo leer y escribir, es decir puedo disfrutar mucho leyendo y escribiendo, tengo un buen trabajo, un departamento, ¡qué buena fortuna! ¡Cuántos dones! Muchas gracias al Universo por los dones que me brindó.

Al final, no sé si esta será la última vez de esta libreta porque todavía le queda una página y media y Rubén me pidió ayuda para limpiar de cochinillas nuestras plantas. Está sentado a pocos metros, pasándoles alcohol. Podria seguir ignorándolo como vengo haciendo pero le di pie para que hable y ahora sigue. Ya se alteró toda la situación. Se expande la mancha de petróleo.

Tengo ganas de terminar esta libreta más que nada porque tengo muchas ganas de empezar la siguiente, que es la primera de las que hice yo. Podria completar lo que falta con lo que siempre describo y hoy no: es domingo, el dia está hermoso, hay sol y una brisa fresca tan agradable que hasta me puse una chalina en los hombros, es verdaderamente refrescante. Estoy al lado del balcón (obviamente) y ahora Rubén se levantó y fue a buscar algo a la cocina. Es el mediodía. Dos vecinas jóvenes aparecieron en el patio, se escuchan sus voces charlando, es lindo su sonido. El cielo está totalmente despejado. Más tarde vamos a visitar a mis viejos. Tengo un poco de hambre, sería mejor almorzar antes de hacer jardinería.

Y bueno, ya está. Puedo dejar acá y despedirme de la libreta 6. Gracias libreta por estos meses de compañía, por tus hojas blancas abiertas de par en par, tus tapas firmes y lindas de ver, tu broche pacman tan original, tu frase de Kierkegaard tan estimulante, tu dibujo de paz y creatividad en la tapa, el gatito negro, la partitura... Todos detalles hermosos que hacían placentero el encuentro. Estuvimos juntas 7 meses y te dejo distinta de como te empecé. Gracias porque seguro tuviste que ver con mis cambios. Este hábito de escritura ayuda a conocerme y reconocerme.

Gracias

26.2.23


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