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Inauguro la libreta 5. Esta también es artesanal, la compré el mismo dia que compré la de sublime.collage, en la misma calle, pero a otra artesana que no me dijo su nombre; sin embargo el sobre de papel madera en el que me la entregó tiene un sello con sus datos: Mona Ruiz, su celular y mail y una palabra ilegible. Está compuesta por seis cuadernillos de 20 hojas cada uno de un papel que se parece al de la libreta 3 (posiblemente reciclado en forma industrial) cosidos directamente al lomo (es decir, no están cosidos entre sí) con algo de aire entre uno y otro. Las tapas y el lomo son una misma tela tipo gamuza de color rojo intenso, con una pequeña solapa en la tapa de atrás que se vuelca para adelante y contiene las hojas y con un coqueto cinturón violeta (¡con hebilla y todo!) que cierra la libreta por completo. Cuando la vi me gustó su aspecto “antiguo", hace pensar en manuscritos medievales, pergaminos, cosas así. Cuando busqué videos sobre la encuadernación de la libreta 4 encontré varios que explican este tipo de encuadernación, la llaman “costura larga" porque las costuras del lomo son pocas y, efectivamente, largas. Lo curioso es que los mismos videos también dan consejos para darle un aspecto antiguo (ajar el cuero de la tapa a propósito, rasgar a mano el borde del papel, etc.) como si la técnica de encuadernación implicara todo el combo de “medievalidad". Eso me llevó a preguntarme qué es lo inherente a esta técnica. Como los cuadernillos están cosidos directamente al lomo, es necesario que el lomo sea flexible, pero nada más. También me llamó la atención que los cuadernillos de esta libreta tienen bastante separación entre uno y otro y en un video vi que indicaban una separación fija semejante. Me parece que no es necesaria esta distancia, sería más lógico establecerla según el grosor de los cuadernillos. Ya me enteraré cuando intente hacer una yo, porque por supuesto que lo voy a intentar.

Antes de empezar a escribir, le hice una caratula decorada con lápices de colores en la primera página porque me gustó decorar la última página de la libreta 4. Elegí rojo y violeta, los mismos colores de la libreta, y plateado para las letras. También pegué el sello de la artesana en la contraportada, con el papel convenientemente rasgado a mano para mantener el estilo. Empecé a escribir con el lápiz negro de pintar pero ahora voy a cambiar por el “ecolápiz de grafito" porque este está cada vez más corto.

Tiene su cosa escribir en esta libreta. Resulta que el lomo es bastante gordo y no se abre tanto como la anterior, lo cual genera un desnivel incómodo, pero por suerte no es tan rígido como el de la libreta 3, entonces puedo ir aplastando las hojas de la izquierda a medida que mi mano se aproxima al lomo y avanza sobre él. Le tengo que encontrar la vuelta a este recorrido o bien apelar a un apoyo auxiliar como hice con la 3. Cuando escribo del lado izquierdo siento la textura flexible de la gamuza de la tapa debajo del papel ya escrito. Del lado derecho (donde estoy ahora) tengo que encontrarle la vuelta a la presilla que ajusta el cinturón violeta a la solapa, porque según cómo quede acomodado, molesta un poco. También se siente una elevación cerca del lomo, y hay bastante vaivén entre los cuadernillos, se reacomodan según la fuerza que hago al escribir. En resumen: empieza un nuevo período de acostumbramiento entre la mano y la libreta, una nueva relación porque es una libreta nueva: nuevas sensaciones, nuevos asombros para ritos antiguos. Será porque anoche tuve un sueño erótico que ahora me viene la sensación del primer encuentro sexual con alguien nuevo, cuando ya tenemos experiencia sexual, no es la primera vez que hacemos el amor, pero nos encontramos con un cuerpo inexplorado, gestos nuevos para placeres antiguos, y es un descubrimiento. Algo así: ya sé escribir, pero escribir en esta libreta es algo nuevo. Ya nos acompasaremos.

Un poco de contexto: es domingo electoral, en Argentina son las PASO. Primera elección (para mí) con protocolo pandémico. Tal vez interrumpa para ir a votar y después retome. Volvió el sol y la temperatura agradable después de muchos días de lluvia invernal, así que parece que el sol acompaña mi escritura (la última vez que escribí también estuvo hermoso). Falté dos veces a la cita, justo cuando la vez anterior dije que el hábito estaba conformado, pero no lo siento una contradicción sino una confirmación, porque aunque no pude escribir por exceso de trabajo, nunca dudé de que volvería ni temí que se hubiera terminado el impulso. No vine por motivos circunstanciales, pero el proyecto siguió en pie.

Vuelvo a cambiar de instrumento de escritura porque se me estaba cansando la mano. Ahora escribo con el marcador de punta fina color gris.

No escribí por dos fines de semana pero releí el segundo tomo de mi Libro de lecturas y también leí un libro de Wislawa Szymborska titulado Correo literario que aportó algo importante. A Szymborska la amo mucho desde que la conocí, hace ya muchos años. Este libro recopila las respuestas que ella publicó en una revista literaria (de la que formaba parte) a las personas que enviaban manuscritos a la revista con la esperanza de ser publicados. Son muy agudas e irónicas, nada complacientes y casi siempre desalentadoras. Su humor es extraordinario. En el prólogo, que es un entrevista que le hizo la compiladora del libro, ella dice que hay gente que tiene un “talentillo” literario que le alcanza para escribir algo que está medianamente bien, mostrárselo sus amigues y que a estes les guste, y que esto en sí está bárbaro, el problema es cuando esa persona pretende publicar lo que escribe. Cuando lo leí, pensé: acá estoy yo. Me refiero a que acá hay una zona, un terreno, un espacio donde puedo encontrarme a gusto. Escribo páginas sueltas medianamente bien, me leen mis amigues y les gusta, y ya está. De hecho lo que Wislawa recomienda a la gente así es que escriba cartas, justo la escritura con la que me inicié. Escribo “porque me place", porque me da la gana, porque quiero; no hace falta que intente publicarlo (en el sentido tradicional, impreso por una editorial) y probablemente sea mejor que nunca lo intente porque no tiene el mérito suficiente. Por otro lado, me hace bien mostrarlo, y tengo una gran ventaja en relación a los contemporáneos de Wislawa en esa revista literaria por tener acceso a Internet y poder sacarme el gusto de mostrar mis cosas haciéndolo en la web. Una ventaja adicional del blog es que incordio menos a mis amigues, no los expongo a la obligación de leerme ni los pongo en la situación de tener que decirme algo. Pero me hace bien que lo que escribo tenga un canal de salida, empiece su propio viaje fuera de mí, en parte porque me obliga a ser más cuidadosa y menos catártica y eso me hace bien. Así que, ¡gracias, Wislawa! Como siempre, tu claridad me ilumina. Me dio ganas de incluir más respuestas suyas en el blog porque hay varias muy iluminadoras.

Interrumpí para hojear el tomo 2 del Libro de Lecturas y Rubén me preguntó por qué está es la libreta 5 si yo tengo muchos cuadernos. Le hice un resumen de la cuestión y me mostró una frase de Tarantino que acababa de ver en Instagram donde dice que escribe sus guiones a mano en cuadernos y yo justo había leído un comentario mío sobre Tarantino.

Ahora sí hago una pausa para almorzar y votar. No sé si podré volver hoy más tarde o será el domingo que viene.

¡Qué día espectacular! Escribí, hice yoga, paseé con Rubén y Manuel aprovechando la primavera, no trabajé y voté. ¿Qué más se puede pedir? ¡Un día perfecto para el pez banana! Me puso de buen humor votar (espero que los resultados no me desilusionen). Me pegó por el lado de celebrar la democracia. Consecuencia de leer los boletines de Cenital, son tan contagiosamente entusiastas que me convencen de que tan mal no estamos.

Es de noche, estamos en la cocina, Rubén está cocinando y me ofrecí de “Juanita", pero me dijo que me ponga a escribir, así que acá estoy, con la libreta en las manos y el marcador finito celeste mientras converso con Rubén sobre el estilo “estilo" (ejemplo: La mariposa). Antes, en la merienda al aire libre, hablamos de Gaudeamus igitur y de los goliardos (buena gente).

Me parece que voy a dejar. Falta poco para cenar y estoy totalmente dispersa.

12.9.21