Inauguramos año. Empezó el 2022. Hoy es el primer día del año nuevo. Escribo con un lápiz de color rojo porque leí en algún lado, hace muchísimo, que el rojo es el color de la felicidad para los chinos. No estoy feliz pero quiero felicidad, invoquémosla con el color rojo y la escritura.
Ayer terminó el año y empezaron mis vacaciones. Hoy empezó el año y es mi segundo día sin trabajar, con la sensación, el deseo y el propósito de no tener que hacer nada laboral hasta el 1 de febrero. Ojalá.
Otra cosa que cambió es el clima, gracias a dios. La última semana hubo una ola de calor muy agobiante. Ayer menguó y hoy llovió, refrescó y sigue nublado. Hoy pude hacer yoga antes de desayunar, otra forma de invocar la felicidad.
Paso del lápiz rojo a un marcador marrón porque me estaba costando escribir. Tengo un rato más ahora, más o menos una hora antes de salir. Rubén musicalizó el momento con música japonesa relajante, muy apropiada para la calma de hoy. Hay un instrumento de cuerdas pulsado como campanadas, como notas sueltas que caen como gotas de lluvia, flotan en el aire. Me gusta mucho. Cada tanto se acelera un poquito y vuelve a su ritmo regular. Sube y baja alrededor de un punto.
No sé cómo describir música. Recuerdo cuando leí Rayuela la primera vez, las descripciones de jazz. Tampoco sé describir perfumes. Recuerdo el libro de Chandler Burr sobre Luca Turin y su olfato, me encantaron las descripciones de olores que tenia. A juzgar por lo que escribí la última vez, tampoco logro describir la luz ni los colores tal como me gustaría. Con el tacto nunca lo intenté, ni con el gusto, que recuerde, me parece todavía más difícil. Ok, es año nuevo, momento propicio para enfocar las cosas positivas: si no me salen bien las descripciones, puerta abierta para imaginar en vez de describir. Inventar en vez de inventariar (linda consigna. Anoche con Silvia armamos otra que me encantó: “Dignidad y cerveza” —con sus variantes “dignidad y sidra”, “dignidad y vino”, etc.). Inventar en vez de inventariar. Por ejemplo: no estoy en mi departamento ni en 2022, estoy en una isla desierta en 1500, como Robinson (que inventarió todo lo que rescató del barco). Pero yo no llegué por un naufragio, nací ahí. Imposible porque la isla está desierta, no puedo haber nacido por generación espontánea. Ok, estoy en una isla sin seres humanos, pero ¿y si no soy un ser humano? Podría ser una tortuga gigante como la de las Galápagos. ¿La isla está desierta de seres como yo? ¿Soy la última tortuga viva en la isla? Todos los días me acerco a la orilla del mar a contemplar la inmensidad. Pero como no soy buena con las descripciones y estoy intentando evitarlas, no puedo imaginar una tortuga gigante que contemple el mar y describir el mar, no, no, no. Mejor que le pasen cosas. ¿De qué se alimenta? ¿Tiene depredadores? ¿Estuvo enamorada alguna vez? Pienso en la tortuga gigante y me acuerdo de Quiroga. Estoy habitada por todas mis lecturas. Conozco la selva como el Aduanero Rousseau. ¿Qué le gusta a la tortuga, qué quiere? ¿Volar? Pero es gigante. Un Antonov animal. Hay una fábula sobre una tortuga que quiere volar y dos aves se ofrecen a llevarla agarrada a un palo por la boca. No me acuerdo de quién es pero creo que la leí en la Enciclopedia de los Niños cuando era chica. Lo que daría por volver a ver sus páginas. Una tortuga gustosa del agua, acuática, mole verde en el azul, cabeza pequeña, patas cortas, caparazón verde oscuro, monumento a la lentitud, calma centenaria…
Entrecerré los ojos para percibirme tortuga y me adormilé. Esta música japonesa es muy relajante. Escucho la voz del vecino de al lado pero no entiendo qué dice. Es solo un murmullo lejano.
Me quedan pocos minutos ya. Si vamos a intentar salir a la hora que dijimos, deberíamos ir dejando. La aventura imaginativa tampoco prosperó hoy. Esperemos que sea próspero el año nuevo. Que las vacaciones me desoxiden el cerebro y que la musa de la escritura se digne visitarme. Lo que está lindo es que rescaté una macetitas del balcón y ahora están delante de mi vista, las plantitas de Silvia y de La Negra y la maceta de Patricia. Es muy lindo eso. Bueno, dejo para salir.
1.1.22
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