Salió el sol y el mundo resplandece. Estoy en el jardín, sentada bajo el nogal en un banco de madera como los de las plazas. La sombra de las hojas forman un dibujo móvil sobre las hojas de la libreta. Si muevo la cabeza, también veo la sombra de mis pelos. Es raro escribir con tantas luces y sombras sobre el papel. No solo se mueven las hojas, también algunos de mis pelos. Mucho frizz. Parecen microorganismos en un microscopio, se mueven con esa lentitud.
Pasó un colibrí verde, revoloteó por las flores pequeñas y vividas de un arbusto cercano y partió veloz.
Después de la lluvia de ayer, hoy es un día telefónica. Cuando nos mudamos a vivir acá, hace 23 años, el logo de Telefónica era celeste y verde claro. Me parecía una mala combinación hasta mudarnos acá y vivir un día como hoy, cuando el cielo despejado y las hojas resplandecientes tienen justo los colores del logo aquel. O sea: “un día Telefónica” es un día para disfrutar. Aparecieron una mariposa blanca y Rubén buscando el termo para el mate pero yo no lo tengo. Señal de que va a aparecer en un rato con mate nuevo.
Efectivamente, acá están Rubén, termo y mate.
13.01.23
Comentarios