O la Divina Comedia.
Algo tan indiscutiblemente bello que la gente se deslumbre al verlo y piense
"esta obra en recuerdo de Silvia Mezzetti...
¡qué persona extraordinaria habrá sido!"
y asentir en silencio.
O una flor nueva,
si fuera posible,
un colibrí impensado,
un árbol milenario,
si las obras naturales estuvieran permitidas a les humanes.
Dedicarme los próximos treinta años a diseñar,
construir
elaborar
investigar
redactar
mezclar materiales
intercambiar átomos
amuchar palabras
apilar piedritas
olvidarme de mí en la tarea, y así
dejar de llorar.
Y después,
mucho más tarde,
cuando otres humanes admiren tal obra y llenen el aire de "¡ohs!",
sonreír tímidamente,
pasarle un mate a Silvia, donde sea que nos hayamos reencontrado,
y desechar sus cumplidos con firmeza diciendo:
"son para vos".
28.06.2022
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